Yo creo, que en materia de relaciones amorosas, la vida, es como un casino, uno entra con cierta cantidad de sentimientos, apuesta, y bueno, como en toda apuesta, se gana o se pierde.
Si analizamos con más profundidad, las similitudes son mayores. Hay varias maneras de apostar y varios tipos de aparadores. Los que se juegan el todo por el todo, los que no se animan y andan de a chirolas, algunos de los que hacen del juego su vida, y los que nunca apostaron, por miedo a perder.
Hay quienes se sientan en las máquinitas, y lo único que obtienen es créditos parciales, que solo le sirven para seguir apostando en esa máquina, y nunca reciben una retribución real, pero el vértigo no les permite darse cuenta, y cuando caen, pasaron mucho tiempo invirtiendo en algo que nunca les brindó verdadera satisfacción.
Están los que prefieren el póquer, y creen que la única verdadera manera de ganar es en base a mentiras y bluff. Esos terminan pagando por ver una mano que los supera, y se quedan sin nada. O quizás tienen la mano ganadora, pero llevo tanto tiempo que no lo saben apreciar.
Otros se animan a la ruleta, dejan a su suerte a una rueda giratoria, a un número, o a un grupo de ellos. La ganancia puede ser poca jugando a lo seguro, o mucha, aumentando también el riesgo.
Todos, o al menos la gran mayoría creen tener un método para ganar, basado en la experiencia y el estudio, y muchos también creen haber hecho saltar la banca, o decidieron "retirarse a tiempo" con una ganancia parcial.
Y hay pocos, muy pocos, que entraron con los bolsillos llenos, jugaron hasta enviciarse, ganaron, perdieron, y justo cuando estaban por quedarse sin nada, lograron tener ese golpe de suerte que los terminó haciendo más ricos de lo que nunca se pudieron imaginar.
Feliz aniversario...
Si analizamos con más profundidad, las similitudes son mayores. Hay varias maneras de apostar y varios tipos de aparadores. Los que se juegan el todo por el todo, los que no se animan y andan de a chirolas, algunos de los que hacen del juego su vida, y los que nunca apostaron, por miedo a perder.
Hay quienes se sientan en las máquinitas, y lo único que obtienen es créditos parciales, que solo le sirven para seguir apostando en esa máquina, y nunca reciben una retribución real, pero el vértigo no les permite darse cuenta, y cuando caen, pasaron mucho tiempo invirtiendo en algo que nunca les brindó verdadera satisfacción.
Están los que prefieren el póquer, y creen que la única verdadera manera de ganar es en base a mentiras y bluff. Esos terminan pagando por ver una mano que los supera, y se quedan sin nada. O quizás tienen la mano ganadora, pero llevo tanto tiempo que no lo saben apreciar.
Otros se animan a la ruleta, dejan a su suerte a una rueda giratoria, a un número, o a un grupo de ellos. La ganancia puede ser poca jugando a lo seguro, o mucha, aumentando también el riesgo.
Todos, o al menos la gran mayoría creen tener un método para ganar, basado en la experiencia y el estudio, y muchos también creen haber hecho saltar la banca, o decidieron "retirarse a tiempo" con una ganancia parcial.
Y hay pocos, muy pocos, que entraron con los bolsillos llenos, jugaron hasta enviciarse, ganaron, perdieron, y justo cuando estaban por quedarse sin nada, lograron tener ese golpe de suerte que los terminó haciendo más ricos de lo que nunca se pudieron imaginar.
Feliz aniversario...